La semana pasada celebramos el Día Mundial de la Juventud y nos sirvió para hacer un repaso a la relación de los jóvenes con la automoción. Tal como desveló Uber hace un par de años, el porcentaje de chicos y chicas con licencia para conducir disminuye generación tras generación.
El desinterés por los coches es palpable y son muchos los factores que impiden la compra de un vehículo a edades tempranas, empezando por su coste de mantenimiento. El seguro, por ejemplo, es la inversión más recurrente tras la compra, también para aquellos que llevamos años acumulando experiencia. Si estás harto de sentir que pagas más que el resto, sigue estos consejos para que el seguro de coche te salga más barato.
El impacto que crea la póliza en nuestra economía es considerable. Algunos prefieren pagar de una sola vez y olvidar ese trámite, otros prefieren dividirlo en dos partes. Sea como fuere, es un gasto fijo que no podemos evitar, pero sí reducir al máximo. Como cuando organizas un viaje de verano, la preparación y el estudio servirán para rebajar la inversión. Sin embargo, existen algunos trucos que la gran mayoría desconocen.
El seguro duele, económicamente, una vez al año. Cuando toca renovarlo. A pesar de ser un trámite significativo, muchos nos olvidamos de pasar por él y nos acaba “pillando el toro” para negociar una buena póliza. Las aseguradoras se guardan un as en la manga: si no cancelas la renovación, se realiza de manera automática y con el precio que ellos consideren.
Con el fin de acabar con esta dinámica, tendrás que apuntarte en el calendario la fecha de tu última adquisición de póliza y avisar 30 días antes como mínimo. Sin ese mes de antelación, la aseguradora puede prorrogar y pasar el cobro con la Ley de su lado. Tal como cita la legislación: “Las partes pueden oponerse a la prórroga del contrato mediante una notificación escrita a la otra parte, efectuada con un plazo de, al menos, un mes de anticipación a la conclusión del período del seguro en curso”.
NEGOCIAR CON TODO DE TU PARTE
Lo mejor para negociar desde una posición de poder es cancelar el seguro. Es un proceso algo pesado, pero será entonces cuando la compañía haga todo lo posible por mantenerte en su listado de clientes. Algunas compañías amenazan con quitarte las bonificaciones por antigüedad, de modo que estudia bien tus posibilidades con otras aseguradoras. Lo más habitual es que acabes manteniendo las ventajas a un mejor precio.
Es ahí cuando entra la búsqueda de alternativas. Has cancelado la renovación y eres un buen conductor en un mercado de lo más competido, tienes la sartén por el mango. Créetelo, pero no confíes en nadie, las mejores ofertas suelen ir acompañadas de trampas y letra pequeña que reduce drásticamente la cobertura de la póliza. Existen portales web que te ayudarán a comparar las aseguradoras en función de tus necesidades, pero ve un paso más allá. Lee con paciencia las coberturas y no te quedes con dudas, las compañías pueden llamarte de manera gratuita y todo es negociable. Los puntos iniciales pueden ir cambiando y evolucionando para adaptarse mejor al tomador.
Las coberturas nunca están de más, excepto en el precio final de la póliza. La protección a terceros está siempre incluida, de modo que, si tu coche es muy viejo, puede que un seguro a todo riesgo no merezca la pena. Hasta el tercer año, en cambio, lo mejor es evitar las franquicias e ir, poco a poco, quitando beneficios de más. Eso sí, es recomendable mantener el típico “plus” por lunas, incendio y robo.
LOS MEJORES TRUCOS
A la hora de proteger tu vehículo, y con el fin de ajustarse a tu situación, la compañía te hará algunas preguntas. Tus respuestas serán claves a la hora de cerrar el precio final de la póliza. La potencia del coche, el tipo de combustible que utiliza y los extras (opcionales) que incorpora pueden elevar, o reducir, el coste de las coberturas. Que tu vehículo duerma en garaje también está bien visto y, si mentimos sobre eso, nos podemos ahorrar parte de la inversión. Eso sí, si hay algún incidente, la compañía tratará de reducir la indemnización.
Ser un buen conductor, no tener partes y tampoco multas, ayudarán a reducir el importe final de tu póliza. Eso todos lo sabemos, pero ¿Sabías qué sumando otras pólizas puedes reducir la del coche? Las aseguradoras suelen contar con otros productos relacionados con el hogar, un seguro de vida o de salud e incluso de viajes. Si contratas otras pólizas con la compañía, reducirán el precio de estas y también la de coche.
Además, las aseguradoras priorizan a los clientes que hacen un único pago. Es habitual que, durante la llamada para cerrar la póliza y las coberturas, te indiquen los beneficios de pagar a ‘tocateja’. Para terminar, y por si alguien lo estaba pensando, informar de manera incorrecta sobre el conductor habitual puede acarrear la pérdida de la póliza. Las compañías pueden anular el contrato, por falsedad de datos, si detectan que el vehículo es conducido de manera regular por un menor de 26 años. Un truco muy recurrido, pero que puede dejarnos sin seguro y sin la prima de este.