Ante un escenario de altos niveles de inflación, aunque menores a los registrados en el 2022 y en consecuencia, a la persistencia de elevadas tasas de interés y una desaceleración económica, la industria automotriz en México no podrá regresar a niveles de producción y ventas de vehículos prepandemia este 2023, estimaron la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
En conferencia de prensa, Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la AMDA, reveló que para este 2023 se estima que la industria automotriz pueda vender en el mercado interno un millón 127 mil unidades, 3.7 por ciento más con respecto al millón 86 mil unidades nuevas que se comercializaron en el 2022.
“Prevemos que se mantengan los altos niveles de inflación, aunque menores a los registrados en el 2022, en consecuencia, la persistencia de tasas de interés elevadas, comparadas con las que se tuvieron en la última década, genera una situación restrictiva; que si bien, se sigue teniendo una perspectiva de crecimiento, éste será un nivel inferior a las ventas de vehículos que se registraron antes de la pandemia en el 2019, de un millones 317 mil unidades.
“Nuestra estimación de 2023 nos habla de 190 mil unidades menos que las que se vendieron en el 2019 antes de la pandemia de covid- 19”, precisó Rosales.
Por su parte, Fausto Cuevas, director de la AMIA, prevé, en una primera estimación, que la producción de vehículos ligeros en el país podría aumentar 6.6 por ciento anual este 2023, a 3 millones 330 unidades, dependiendo de los vaivenes de abastecimiento o semiconductores.
El especialista espera que se mantenga la recuperación del abasto de semiconductores este año; sin embargo, no es viable pensar que este año ya estén listas las soluciones completas para que se tenga el abasto suficiente en la región de América del Norte, pues se seguirá teniendo importación de este tipo de componentes fuera de la región, ya que se llevará un par de años para estar en posiciones de competencia.
“México podrá mantener el ranking del séptimo productor mundial, pues es probable que nos mantengamos en esta posición y continuar con el crecimiento gradual en los volúmenes de producción y exportación (…) por los conflictos bélicos, de pandemia y económicos que se han presentado en los últimos tres años no es probable que alcancemos los niveles de producción de 5 millones de unidades que teníamos previstos. Se está teniendo una transición en líneas de producción hacia vehículos eléctricos. El tema es que no es muy probable que esto suceda en los próximos dos años. Esperamos regresar a niveles de producción prepandemia hacia el 2025 y tenemos todo este tiempo para avanzar de manera gradual en la producción y exportación”, aseveró Cuevas.
Retos de la industria
En el periodo enero-noviembre, los vehículos importados usados representaron un 18.7 por ciento en comparación con los vehículos nuevos vendidos en el mismo periodo, la cifra más alta desde 2014, destacó Rosales.
Precisó que no está incluido lo que se ha venido legalizando, lo que entró como contrabando. El último dato disponible, al 28 de diciembre por parte del gobierno federal, indican que se regularizaron un millón 47 mil unidades y decidió ampliar la vigencia hasta el 31 de marzo el estímulo al contrabando.
“Sumando vehículos regularizados y vehículos importados usados se contabiliza un millón 250 mil unidades incorporadas al parque vehicular en México procedentes de subastas y pérdidas totales en Estados Unidos, lo que supera el millón 86 mil 58 unidades nuevas que vendimos y coloca una situación de deterioro del parque vehicular en el país, los canales de diálogo no se han reincorporado, y mantenemos la urgencia de terminar con el estímulo al contrabando automotriz”, aseveró el presidente de la AMDA.
Por lo que uno de los riesgos este año será que se prolongue la regularización de vehículos de contrabando; control vehicular, que es obsoleto; la inflación, la confianza del consumidor y empresarial siga decaída, las tasas de interés elevadas, principalmente.
Para Alberto Bustamante, director de la Industria Nacional de Autopartes (INA), son varios temas que les preocupan a esta industria, tales como paz laboral, al amparo del el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), disrupción en las cadenas productivas y algo que destacó fue la certeza jurídica para las inversiones que ya están en el país y las que están por llegar. “Es importante tener políticas públicas que abonen estas inversiones”.