La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) proyectó al 2023 como un año “de estancamiento” en ventas de autos ligeros en México, en el que se podría comercializar 1 millón 90,000 unidades anuales.
Guillermo Rosales Zárate, presidente de la AMDA, sostuvo que este volumen quedaría lejano en 17% a la cifra de ventas reportada en el periodo prepandemia en el 2019, pues continúa la incertidumbre del Covid-19 en China, con cierres parciales de manufactura de componentes automotrices, así como el aumento en tasas de interés y los precios de los vehículos.
De manera preliminar se contempla para el 2023 un mercado de 1 millón 90,000 unidades de ventas. Aunque otros analistas e instituciones financieras estiman 1 millón 115,000 unidades”, expuso, aunque dependerá del abasto de chips y componentes.
Precisó que posiblemente, el mercado tenga un cierre de año 2022, con la venta de 1 millón 80,000 unidades, es decir, situando al mercado en un nivel superior al alcanzado en 2021, con un avance 5.7 por ciento.
En diciembre se estima la venta de 107,203 vehículos ligeros, “si se tiene producto para que se desembarque a tiempo y ser entregado en el resto del mes, eso nos va permitir estar arribar y superar el 1 millón 72,000 y con el toque de acierto en la logística llegar a 1 millón 80,000 unidades”, consideró Rosales.
Entre los factores limitativos en las ventas que observa para el 2023, es el comportamiento de inflación que va vinculado con las tasas de interés y la limitación que esto representa a la colocación crediticia y a la venta de autos nuevos y usados, en el mercado formal.
También se tiene el reto de disminuir el impacto o buscar por parte del gobierno federal, de que no se siga ejecutando la permisividad para la introducción de usados de Estados Unidos.
El presidente de la AMDA contabilizó que por contrabando automotriz han ingresado al país 1 millón de unidades regularizadas por el decreto del presidente Andrés Manuel López, adicional a las 200,000 unidades importadas conforme al otro decreto de importación.
Esto significa que los 1.2 millones de autos usados de importación regularizados superarán a las unidades nuevas vendidas en el mercado local.
“La acumulación de vehículos en circulación impactará el mercado secundario y ya está teniendo repercusiones para vender, así como caída en precios y me reportan distribuidoras en frontera y los vendedores independientes; el escenario 2023 tendrá presiones en torno al costo para la venta de autos. Lo más grave es que haya un anuncio gubernamental de que continúe la introducción de autos de EU”, reprobó Rosales.