El abasto de vehículos nuevos sigue siendo insuficiente para atender la demanda en el mercado interno, pero ello no ha impedido que a la par del encarecimiento de todos los créditos, el financiamiento automotriz en general sea más costoso que el año pasado, evidenció Guillermo Rosales, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Entre reproches por la entrada de vehículos usados, principalmente provenientes de la frontera norte, Rosales reconoció que ha habido una mejoría en el suministro de vehículos para su venta en el mercado interno —luego de la interrupción en las cadenas de suministro que significó la pandemia de coronavirus—, sin embargo, “el problema no ha quedado superado”.
El directivo detalló que se está dando “una fase de recuperación, de tendencia hacia la normalización” en el suministro de vehículos nuevos para su venta en México, pero esto no es homogéneo ni por localización de los principales centros de proveeduría de autopartes, y vehículos ya finalizados, ni por marcas.
Si bien no hay un inventario suficiente en el mercado de vehículos nuevos, el costo del crédito para adquirirlos sigue aumentando a la par que lo hace la tasa de referencia del Banco de México (BdeM), la cual encarece el costo del dinero.
Entre mayo y junio de este año el 84.8 por ciento de la cartera de crédito automotriz osciló en un rango de tasas 9 a 16 por ciento, en contraste con el 75.7 por ciento de los préstamos que estaban atados a ese sobreprecio en el periodo similar del año pasado, de acuerdo con datos del BdeM, recuperados por la AMDA.
En la conferencia de prensa para analizar los datos de la industria, Julio Galván, gerente de Estudios Económicos de la Industria Nacional de Autopartes (INA), aseguró que la escasez de autopartes, en particular semiconductores, es cada vez menor y afecta a una menor proporción de unidades.
El analista de la INA detalló que de 14.5 millones de vehículos a fabricar, sólo 4.1 por ciento, 586 mil 416 unidades, será afectado por la escasez de semiconductores, lo que evidencia una recuperación del 76 por ciento respecto a la interrupción registrada entre enero y octubre del año pasado.
Rosales también reiteró su preocupación por el avance vehículos usados importados, los cuáles al mes de septiembre aumentaron 23.8 por ciento, con lo que se espera que al cierre del año más de un millón de unidades de reúso presionen la expectativa del mercado de vehículos nuevos.
“No hay ningún avance en la relación del sector automotor con el gobierno federal para atender este tema. Las oficinas de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Registro Público Vehícular, Gobernación y la Secretaría de Economía han permanecido cerradas”, reprochó Rosales.
Los directivos de la industria automotriz, incluido Fausto Cuevas, director general de Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, también se pronunciaron en contra de la cancelación de la norma oficial mexicana 236, que exigía la verificación físico-mecánica de dispositivos de seguridad en vehículos ligeros de menos de 3.8 toneladas, y advirtieron que están “estudiando” el ampararse en contra de la cancelación.