El proceso de anticipar qué va a suceder en los próximos meses que afecte a cualquier entidad, es una labor de los encargados de administrarla, ya que tienen la necesidad y obligación de tomar las medidas necesarias para que el negocio cumpla sus objetivos.
Decía un maestro de la Universidad Iberoamericana cuando estudié a principios de los años 80’s, “los profetas que narra la Biblia, aún cuando tenían una inspiración en Dios, no eran adivinos ni magos, simplemente veían la realidad en ese momento, la analizaban y determinaban las consecuencias que tendrían los actos de los judíos y de sus gobernantes”.
Hoy en día existen muchas personas que han anticipado los hechos de la misma manera, que advierten las consecuencias de las acciones que nosotros y nuestros gobiernos tomamos día a día.
Es ese mismo orden de ideas, el proceso de anticipar qué va a suceder en los próximos meses que afecte a cualquier entidad, es una labor de los encargados de administrarla, ya que tienen la necesidad y obligación de tomar las medidas necesarias para que el negocio cumpla sus objetivos. Así mismo dichas predicciones podrán mostrar las oportunidades de crecimiento o de nuevas actividades que ayuden a alcanzar los objetivos mencionados.
Una de las tareas para determinar los factores que la administración tiene que tomar en consideración, previo a la preparación del presupuesto, es revisar el desempeño del ambiente económico y social que afectó a la entidad. Desde el crecimiento económico del mercado que le afecta, la reacción de la gente que está inmersa en dicho mercado hasta aquellos factores externos al mismo que le afectaron tanto favorable como desfavorablemente.
Derivado de lo anterior, la administración deberá determinar cómo se espera que todos los factores que afectaron los períodos previos se desenvuelvan en el futuro frente el que se está planeando, si se espera que haya cambios importantes en dichos factores y qué reacción se espera de las personas y los otros agentes económicos que influyen en el mercado relevante para la entidad.
Todo lo anterior debe estar basado en estudios técnicos hechos por especialistas, tanto economistas como expertos en la industria o el tipo de servicios a los que la entidad se dedica. El uso de estudios económicos publicados por instituciones serias como pueden ser en Inegi, el Banco de México, las áreas de estudios económicos de los Bancos y otras instituciones financieras o de consultoría económica, las cámaras industriales y de comercio, etc.
El control presupuestal de la propia entidad, es decir la vigilancia del cumplimiento de la ejecución del presupuesto en las actividades diarias de la entidad, así como la seriedad con la que se expliquen y justifiquen las variaciones importantes al presupuesto, son otro factor relevante en la determinación de los elementos para llevar a cabo la preparación del siguiente presupuesto.
Por último, la búsqueda constante de la mejora en los procesos y en la eficiencia de operación en el cumplimiento de los objetivos de la entidad, son otros factores determinantes para la preparación de un presupuesto confiable que ayude a la administración a gestionar las operaciones en la búsqueda del cumplimiento cabal de los objetivos de la entidad.