Desde un punto de vista administrativo, es necesario que tanto a nivel de la comunidad, como del gobierno e instituciones y empresas lleven a cabo procesos ordenados y controlados de reconstrucción.
El evento de Acapulco el pasado 25 de octubre ha generado mucha polémica entre la gente: que si se podía prevenir, que si se podían haber minimizado los efectos, etc. La verdad es que es muy difícil prevenir este tipo de eventos y mucho menos conocer los efectos. Podemos decir que debíamos construir mejor o que tal o cual autoridad no tomó las medidas adecuadas; sin embargo, la naturaleza es mucho más poderosa e impredecible de lo que creemos y por lo mismo nunca vamos a estar totalmente preparados para evitar los desastres naturales, en todo caso, tal vez reducir sus efectos.
Lo que sí podemos hacer es aprender de lo que sucedió, entender qué se puede mejorar y tomar medidas en los procesos de reconstrucción para aplicar mejoras a las construcciones e infraestructura para proteger las vidas humanas y minimizar las pérdidas patrimoniales, tanto de las personas, independientemente del nivel socioeconómico, como de las instituciones.
Desde un punto de vista administrativo, es necesario que tanto a nivel de la comunidad, como del gobierno e instituciones y empresas (hoteles, restaurantes, etc.) lleven a cabo procesos ordenados y controlados de reconstrucción.
Lo primero que se tiene que hacer es evaluar los daños reales y determinar qué medidas son necesarias tomar para, hacer las reparaciones necesarias, reconstruir edificios e instalaciones dañados o terminar de destruir y volver a levantar los edificios e instalaciones que no puedan ser rescatados por que los daños son tal que pone en peligro a las personas que los habiten.
Una vez evaluados los daños, es necesario que se definan las prioridades. No existen fondos infinitos de reconstrucción, por lo mismo, en mi opinión, se tendrán que definir las prioridades, desde un primer punto de vista de seguridad y atención a los individuos, en segundo de reactivación de la actividad económica y, en la medida de lo posible, regresar a la normalidad, en tercer término reconstruir y mejorar la infraestructura hidráulica, la eléctrica, de vialidad y la de recolección de basura.
Teniendo las prioridades definidas, se deben asignar los recursos suficientes, es sumamente importante establecer los controles necesarios para vigilar que los recursos económicos sean aplicados en el destino asignado, sin desviaciones ni desperdicio. Los controles deben incluir:
Estas son algunas de las actividades que deben realizar las empresas, instituciones y gobiernos para lograr una reconstrucción eficaz y que cumpla con el objetivo de un regreso a la normalidad.