El monto promedio del financiamiento pasó de 730,800 pesos a 1.3 millones de pesos; hay oportunidad de expansión
En México, seis de cada 10 viviendas son autoconstruidas y ante esta realidad, las instituciones financieras, tanto públicas como privadas, dedicadas al mercado habitacional, comenzaron a adecuar sus portafolios y atender esta modalidad.
De acuerdo con Marissa González, economista senior de BBVA Research México, en los últimos años más jugadores, como el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y los bancos han incluido en sus portafolios de crédito el financiamiento a la autoconstrucción de vivienda, con el fin de atender esta potencial demanda.
“Han entrado dos jugadores muy importantes para la parte del crédito con disponibilidad de terreno (autoconstrucción) y cambiar el producto de la autoconstrucción. Entra en Infonavit con su nuevo crédito y los bancos decimos: ‘si el Infonavit va a entrar, pues nosotros también’”, comentó González.
Según cifras de BBVA Research, durante el 2023 la banca otorgó 13,013 financiamientos del producto para disponibilidad de terreno, es decir, una caída de casi 50% respecto a los créditos otorgados en el 2022.
En cuestión de monto, la banca otorgó 17,114 millones de pesos durante el 2023 en este financiamiento, es decir, una caída de 17% respecto a la cantidad colocada en el 2022.
El producto del crédito con disponibilidad de terreno contempla la adquisición del predio, junto con la autoconstrucción progresiva de la vivienda. De acuerdo con González, algunas instituciones financian hasta 75% del valor de la vivienda a un plazo que puede ser de cinco, 10 o hasta 15 años.
“Esto viene muy bien porque de acuerdo con el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) la autoconstrucción de vivienda tarda entre cinco y siete años, es decir, para terminarse de construir la vivienda”, declaró González.
La especialista de BBVA Research indicó que, pese a una disminución tanto en el número de financiamientos colocados, como en el monto, lo importante es que el préstamo promedio ha aumentado, pues en el 2021 era de 730,800 pesos y en el 2023 se elevó a 1 millón 315,000 pesos, esto porque diversas instituciones incluyeron la compra del terreno en esta solución.
“Este proceso de financiar el terreno, más la parte de la construcción nos permite no solo llegar a los niveles más bajos de ingresos, sino también darle a la gente exactamente lo que ellos necesitan”, declaró la especialista, quien agregó que también se ha tenido una diversificación respecto al nivel salarial, pues antes este tipo de préstamos se concentraba en personas de más bajos ingresos y ahora, hay una mayor atención en todos los niveles.
“Este es un cambio de paradigma que nos está indicando que no necesariamente lo que nosotros creamos es lo que necesita el acreditado, sino lo que ellos consideran que es mejor para su para su familia”, apuntó González.
Limitante
Si bien, más instituciones han incursionado en el crédito para la autoconstrucción, el financiamiento continúa como una limitante para las personas que buscan autoconstruir su vivienda.
De acuerdo con Melva Flores, especialista en Desarrollo de Sistemas de Mercado y Emprendimiento de Hábitat para la Humanidad, se calcula que 64% de las familias están excluidas del financiamiento formal, por lo que construyen su vivienda principalmente con ahorros y préstamos informales.
“Si lo vemos, es un gran mercado donde se tiene una gran oportunidad justamente para las empresas, sobre todo para que volteen a ver a este sector de la población que está autoproduciendo su vivienda”, detalló Flores.
Para la especialista, es fundamental que no sólo las instituciones privadas, sino la academia y los organismos públicos brinden información respecto al tema de la autoconstrucción, con el fin de dar apoyo a las personas en este proceso y se realice de manera adecuada.
“Creo que no es solamente el que el gobierno se involucre, sino que también se abra esto para todos los sectores, o sea, la industria, gobierno, la academia y que todos se puedan involucrar en cómo poder atender mejor a este mercado”, detalló la especialista.
Se estima que sólo 4% de las viviendas autoproducidas tuvo asesoría técnica por parte de un profesional.
Para Flores, si bien en esta administración gubernamental el tema de la autoproducción de vivienda fue eje principal de la política habitacional, es deseable que no se deje de lado para el próximo gobierno.
"Yo creo que fue un buen esfuerzo el que se inició, se puso al centro el tema y lo que veo, es que se debería de continuar, sobre todo por las cifras que vemos, o sea, realmente la mayor parte de las viviendas en México están construidas de esta forma, con estos procesos, entonces lo que yo creo que podría suceder o que sería muy bueno, es que se continuarán estos esfuerzos", destacó la especialista.