QUÉ ES Y CÓMO SE CONSIGUE UN PRÉSTAMO PARA ESTUDIOS

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Un préstamo educativo es un crédito económico que se solicita a una entidad financiera para cubrir en su totalidad o complementar el pago de estudios superiores o de posgrado, como un máster o un doctorado. Antes de solicitarlo, es necesario informarse de sus condiciones, tales como la tasa de interés, las cuotas, el plazo de devolución y el costo real del crédito, para realizar una mejor inversión a futuro.

 

El estudiante debe tener en cuenta que un préstamo educativo no es una beca, por lo que está siempre obligado a reembolsar su importe. Normalmente, estos créditos suelen tener condiciones ventajosas que le favorecen. Por ejemplo, pueden fijar un interés más bajo que los préstamos para otras finalidades o establecer plazos de devolución más amplios. Sin embargo, conviene asegurarse siempre de que se podrá cubrir el total de la deuda en el plazo establecido y fijarse en las condiciones, como las tasas de interés, las mensualidades y los plazos establecidos para evitar impagos.

 

Hagamos un recorrido por diferentes partes del mundo para ver en qué consisten y sus particularidades, según países. En América Latina, los gobiernos llevan años ofreciendo soluciones para facilitar la financiación de los estudios de sus ciudadanos. “Los actores públicos y privados encargados del financiamiento de la educación superior; gobiernos, Instituciones de Crédito Educativo (ICE) e Instituciones de Educación Superior (IES), ofrecen  programas de apoyo a los estudiantes y sus familias que representan una parte significativa de la matrícula”, explica un informe de la Unesco, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Asociación Panamericana de Instituciones de Crédito Educativo (ÁPICE).

 

Los estudiantes tienen dos opciones para acceder a estas ayudas: “Las transferencias de fondos públicos directos a las IES, que actúan como un financiamiento indirecto a los estudiantes y los mecanismos especiales de financiamiento directo a estudiantes en forma de créditos y becas, estructurados y otorgados por actores específicos del financiamiento de la educación superior”, expone el documento. A la hora de pagar la deuda, el informe clasifica los créditos en:

 

Tradicionales a plazo fijo: los deudores pagan cuotas iguales a lo largo del tiempo.

 

Contingentes a los ingresos: las cuotas de pago varían en función de los ingresos del estudiante.

 

Por su parte, Ana Fanelli, investigadora del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES-CONICET) de Argentina, divide los créditos a los que puede accederse habitualmente en dos tipos: “los que cubren total o parcialmente los costos directos de enseñanza y los que cubren total o parcialmente los costos de oportunidad”.

 

En los últimos tiempos, América Latina ha vivido el auge de los préstamos para estudios de entidades financieras y la búsqueda de soluciones innovadoras, por parte del sector, para conseguir adaptarse a las necesidades de cada cliente. “En los años 2000, varias instituciones que usan tecnología financiera (‘fintech’), se incorporaron en forma gradual al crédito educativo mediante la oferta de opciones que compiten, especialmente en servicio al cliente, por su agilidad, versatilidad y facilidad de acceso mediante plataformas virtuales”, expone el informe.

 

Requisitos para solicitar un crédito educativo

 

En general, las entidades financieras latinoamericanas tienen como principales condiciones para conceder un crédito educativo que el estudiante, “haya sido admitido en el programa formativo y tenga capacidad y respaldo de los pagos por parte de deudores y codeudores”, explica el informe de la Unesco, BID y ÁPICE.

 

La ayuda económica a través de créditos educativos, según un informe de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), no ha alcanzado todavía un gran desarrollo en América Latina salvo en el caso de Chile y Colombia. En Chile, existen dos tipos de sistemas de crédito educativo: el Crédito con Aval del Estado (CAE) y el Fondo Solidario de Crédito Universitario (FSCU), según FLACSO. Para solicitar un CAE, el estudiante debe demostrar su mérito académico y la acreditación de la institución superior pública o privada en la que va a recibir la formación. La devolución del crédito se realiza tras 18 meses del egreso. Por otro lado, los estudiantes que quieran acceder al FSCU, deberán pertenecer al 80% de la población de menores ingresos del país y haber alcanzado las puntuaciones solicitadas en la Prueba de Transición Admisión Universitaria. La tasa de interés es del 2% anual y se comienza a cancelar a los dos años de haber terminado los estudios.

 

En Colombia, los créditos educativos para la educación superior, según la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, son administrados por el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (ICETEX). En su oferta actual, destaca el programa Generación E que favorece el acceso a la educación de estudiantes en situación vulnerable a través de créditos condonables. Para conseguirlos, los aspirantes deberán cumplir las condiciones académicas establecidas por la IES donde estén cursando sus estudios.