Estamos comenzando el año 2030 y la mayoría de las y los mexicanos, así como las MiPymes mexicanas, no se preocupan por eventos que no se tienen contemplados; como enfermedades catastróficas, desastres naturales o la pérdida del empleo, ya que todos cuentan con las herramientas necesarias: seguros de gastos médicos, seguros de daños y dinero en cuentas de ahorro en instituciones financieras reguladas.
Esto es el sueño del gobierno federal con la política de inclusión financiera que está implementando desde el año 2020. Se está haciendo un esfuerzo muy grande para que seamos más conscientes de las decisiones financieras que se toman día a día. Pero una cosa es la teoría y otra, muy lejana, es la lo que hace cada persona con sus finanzas personales.
La única manera de asegurar la libertad financiera es ahorrando dinero para el futuro. Para la mayoría de las personas, tener un sobrante de dinero cada mes, es algo alcanzable. En México, según la encuesta de inclusión financiera que se realizó en 2018, el 32% de los encuestados prefiere ahorrar para el futuro que gastarlo, aunque solo el 5% realiza aportaciones voluntarias a su cuenta de ahorro para el retiro. De acuerdo con el INEGI, solamente el 43% de las personas adultas podrían afrontar una emergencia económica con sus ahorros actuales y, según un estudio en la ciudad de Puebla, dos de cada tres personas que sufrieron una emergencia económica no se lograron recuperar en los últimos tres meses.
Tener un mejor control sobre las finanzas, seguir un presupuesto familiar, realizar una planeación de los gastos, pagar las facturas a tiempo, ahorrar dinero para el futuro, establecer y alcanzar metas financieras, son cosas que son más fáciles de decir, que ponerlas en práctica. En ocasiones mientras se está en búsqueda de un empleo o se está pagando las cuentas de alguna enfermedad, no es posible ahorrar dinero, por más que se intenté resulta prácticamente imposible, y esta bien, se entiende que es por la situación en la que se está en ese momento. Pero la mayoría de las veces se puede estar ahorrando más dinero del que se está ahorrando. Ahí es cuando es necesario darle un seguimiento a los gastos y cortar los que no son necesarios. Esto ayudara a poder contar con un dinero extra para emergencias, e inclusive, para realizar aportaciones adicionales para el plan de retiro.
Siempre es bueno compararse con los demás y tener un poco de motivación para empezar a ahorrar, para eso es necesario conocer lo que recomiendan los expertos en cuestión de ahorro para el retiro. Una persona de 30 años debe de tener al menos ahorrado dos veces su salario anualizado, si tiene 50 años debe de tener 6 veces su salario anualizado y si cuenta con 65 años lo más recomendable es que se pueda retirar con 10 veces lo equivalente a su salario anualizado. Suponiendo que, el salario al año de una persona es de $400,000 pesos, debe de tener $800,000 pesos en su cuenta de banco a los 30 años, $2,400,000 a los 50 años y $4,000,000 a los 65 años. debemos tomar en cuenta que esto solo es una guía, lo importante es comenzar cuanto antes, para no seguir perdiendo tiempo valioso.
No es necesario ahorrar cada peso de lo que dice se debe de tener ahorrado en el retiro, que es lo equivalente a 10 veces el salario anualizado. Los ahorros pueden crecer exponencialmente si se invierten. Ahorrando un poco más de lo que se ahorra normalmente e invirtiéndolo en lugares seguros, se puede crear un impulso para poder ahorrar todavía más en el futuro. Invertir el dinero conlleva un riesgo, a veces, la cuenta de ahorro va a estar por debajo de las aportaciones, pero mientras no se necesite el dinero cuando este por debajo, pero mientras no se necesite el dinero cuando este por debajo, no pasará nada. Entre más lejos se esté del retiro, menos probabilidad hay de necesitar el dinero cuando está por debajo de lo aportado. Al final todo valdrá la pena cuando esté relajándose en una casa en la playa, disfrutando del dinero que se aportó poco a poco durante toda la vida.