¿QUÉ HACER SI HOY TENGO DINERO PARA INVERTIR?

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En la primera parte expliqué que un lector me hizo una pregunta sobre inversiones en México y cómo invertir su dinero. Puede invertir 700,000 pesos al menos por 5 años y me pidió recomendaciones. Expliqué que la respuesta no es sencilla porque depende de varios factores. Aún así dí un ejemplo de lo que yo haría, en el contexto actual, para este horizonte de inversión. Es sólo un ejemplo entre muchas posibilidades.

 

Como mencioné, cinco años no es mucho tiempo. Es un horizonte de corto-mediano plazo. Ahora bien, si el horizonte fuera mayor (al menos 10 años, mientras más mejor) se abren muchas posibilidades.

 

Hace un año publiqué en este espacio una serie de columnas titulada “El paso a paso para empezar a invertir” en el cual expliqué todos los conceptos básicos y enseñé a construir y a simular distintos portafolios de inversión.

 

Mencioné que hay sólo tres maneras de invertir nuestro dinero:

 

  1. Prestarle nuestro dinero a alguien más, quien nos pagará intereses periódicos a una tasa que puede ser fija o variable y nos devolverá nuestro capital en un plazo determinado (instrumentos de deuda). Los Udibonos a 3 años y los Cetes de los cuales hablé en mi columna anterior, son un ejemplo de esta clase de activo.
  2. Invertir en empresas o negocios. Podemos poner uno propio, o podemos ser accionistas de empresas de todo el mundo que cotizan en los mercados financieros y que son líderes en su sector.
  3. Comprar activos que tienen potencial de apreciarse, como pueden ser metales preciosos, obras de arte, energéticos como petróleo, activos virtuales entre muchas otras posibilidades.

 

La idea es combinar estas distintas clases de activos de una manera estratégica, acorde con nuestros objetivos de inversión y tolerancia al riesgo. No se necesita ser un experto, pero sí necesitamos entender qué papel juega cada una de ellas en nuestro portafolio, su rendimiento esperado a largo plazo y su volatilidad (riesgo). Hablamos de otros aspectos clave de las inversiones como el riesgo y el papel tan importante que juegan los costos en las inversiones. Ilustramos cómo una comisión anual que parece pequeña, de sólo el 1%, puede hacer una diferencia enorme en el valor de nuestro portafolio a largo plazo. Por eso hay que escoger instrumentos eficientes y de bajo costo. Esto implica evitar fondos de inversión, “seguros” de inversión y otros productos que cobran una comisión elevada (aún cuando no la vemos).También analizamos cómo la gran mayoría de los profesionales que se dedican de tiempo completo a las inversiones y viven de invertir el dinero de otros (por ejemplo: manejadores de fondos) no le ganan consistentemente a su benchmark (a los índices representativos del mercado), por lo cual estaremos mejor invirtiendo en instrumentos que nos garanticen un rendimiento similar a esos índices.

 

Afortunadamente en México cualquier persona puede comprar ETFs (exchange-traded funds) tanto locales como globales. Estos son productos que replican índices representativos a un costo sumamente bajo –menos de 0.1% anual. Hay una gran variedad, para casi cualquier necesidad.

 

Así que, en un horizonte de largo plazo, una persona que tiene una buena tolerancia al riesgo podría replicar el portafolio recomendado por Warren Buffett: 90% en un ETF que replica el Índice S&P 500 (el más representativo del mercado estadounidense) y 10% en instrumentos de deuda de corto plazo (hay también ETFs de deuda en dólares, pero podríamos simplemente invertir eso en Cetes). El rendimiento esperado a largo plazo es alrededor de 7% anual REAL (más inflación).

 

Una persona con tolerancia moderada puede replicar el famoso portafolio 60/40 (60% capitales, 40% en deuda) o incluso uno más diversificado, con perfil de riesgo similar.

 

Desde luego, uno podría hacer otras cosas, como comprar una franquicia o invertir en bienes raíces. En este caso estaríamos asumiendo un riesgo mayor y perderíamos los beneficios de la diversificación, ya que contamos sólo con 700,000 pesos. Pero, posibilidades hay y muchas.

 

Lo importante siempre es saber lo que estamos haciendo, entender cuál es nuestro rendimiento esperado, estar cómodo con los riesgos y tomar una decisión informada.