Los inversionistas siempre están a la caza de los ganadores, pero saber cómo mantener a los perdedores fuera de su cartera debería ser igual de importante.
Las elevadas comisiones, la salida de un gestor sólido o la concentración en una clase de activos sobrevalorada son algunas de las "señales de alarma" que pueden erosionar la rentabilidad o incluso indicar que un fondo de inversión está a punto de cerrar.
Un punto de partida útil para los inversionistas que deciden dónde invertir es la calificación "medallista" de Morningstar, que evalúa si un fondo será capaz de producir rendimientos superiores después de comisiones, en el futuro.
Pero hay algunas señales de advertencia que conviene tener en cuenta.
Señal de advertencia 1: No hay un camino claro hacia la rentabilidad. Con unas barreras de entrada relativamente bajas, los inversionistas deben asegurarse de que el fondo que están considerando va a existir a largo plazo. Esto puede ser relativamente fácil de identificar en el caso de gestoras consolidadas con muchos fondos gestionados, pero en el caso de los fondos en fase inicial, debe haber un camino claro hacia la rentabilidad.
Señal de advertencia 2: El gestor no tiene historial. Esto no es infrecuente en el extremo más pequeño del mercado, dada la barrera de entrada relativamente baja para poner en marcha un fondo. Hay que saber si el gestor de cartera tiene experiencia relevante en la gestión de los fondos que ofrece.
Señal de advertencia 3: Comisiones. Las comisiones son un factor clave a la hora de comprar un fondo, ya que son el factor que más detrae de la rentabilidad del inversionista. Esto se debe en gran medida a que las comisiones se cobran con independencia de la rentabilidad del fondo. Los inversionistas deben considerar si una comisión es adecuada y justa, pero también la forma en que están estructuradas.
Señal de advertencia 4: El fondo ha tenido una rentabilidad extraordinaria. Al analizar un nuevo fondo, uno no debe perseguir la rentabilidad. Si la rentabilidad parece demasiado buena para ser cierto, hay que investigar por qué se ha producido. Si una estrategia ha superado de forma extraordinaria la rentabilidad de sus rivales, lo más probable es que se deba a la asunción de un mayor riesgo que a la habilidad del gestor.
Señal de advertencia 5: El gestor se va. La marcha de un gestor clave puede debilitar a un equipo anteriormente sólido. Una planificación cuidadosa de la sucesión puede minimizar el golpe, pero siempre merece la pena evaluar el potencial de un equipo alterado para ofrecer a los inversionistas una rentabilidad superior en el futuro.
Señal de advertencia 6: Mala rentabilidad y salida de dinero. Los fondos activos son propensos a las oleadas de reembolsos cuando su rentabilidad es inferior a la de sus homólogos o índices de referencia. Si a ello se añaden grandes pérdidas, los inversionistas son aún más propensos a salirse del fondo. Una oleada de salidas netas puede dificultar que los gestores compren empresas que consideran baratas, sobre todo si invierten en valores menos líquidos.