Después de observar un crecimiento sorprendente de 3.8 por ciento anual para el primer trimestre, en el PIB de México, bajo cifras preliminares, nuestro indicador anticipado el IBEM nos permite hacer una primera estimación del crecimiento del IGAE para el mes de abril, que lo ubicamos en poco más de 4.0 por ciento anual.
¿Qué está pasando? ¿Qué podemos esperar para el futuro? A la primera pregunta, el factor más importante fue el impulso que logró concretar la economía norteamericana entre diciembre de 2022 y marzo pasado. Los incrementos en la tasa de interés por parte de la Fed no llegaron a afectar la actividad económica. De hecho, se considera que el reciente aumento en el rango objetivo de la tasa de Fondos Federales de ¼ de punto decretado recientemente es apenas un nivel que esta situándose en zona restrictiva; entre 5.0 por ciento a 5.25 por ciento anual.
En el caso de la economía mexicana, dependiente principalmente de la manufactura norteamericana, ha llamado la atención varias cuestiones: una robusta creación de empleos, la inversión del nearshoring, un flujo enorme de remesas familiares que el año pasado dejó 58 mil millones de dólares y este año ha sido superior a 5 mil millones de dólares mensuales.
El Índice Bursamétrica de la Economía de México/(IBEM) para febrero se ubicó, con base en cifras originales (no desestacionalizadas) en 128.89 unidades vs.126.73 puntos de enero, con una variación de +1.70 por ciento mensual, equivalente a una variación de +13.54 por ciento anual, mientras que en enero, la variación fue de -5.07 por ciento mensual y de +10.15 por ciento respecto a igual mes de 2021. Los datos preliminares de febrero muestran aceleración en variables claves, ante una fuerte demanda externa y un mejor suministro de insumos. El mercado interno muestra desaceleración, lo mismo que el empleo a pesar del fuerte flujo de remesas familiares.
FAVORECIERON AL INDICADOR LOS SIGUIENTES FACTORES:
LOS FACTORES QUE AFECTARON AL INDICADOR FUERON:
Con el resultado del Índice Bursamétrica de la Economía de México (IBEM) de abril, estimamos un incremento del IGAE de febrero de 4.19 por ciento real anual (-1.3 por ciento mensual), bajo cifras originales (no desestacionalizadas). De resultar acertada esta estimación, el PIB de México podría observar un incremento en el segundo trimestre de 3.5 por ciento anual; el PIB para todo el año 2023 lo estamos estimando en un crecimiento de 1.9 por ciento anual.
Con estos datos, podemos afirmar que algunos sectores de la economía global ya se encuentran en zona de recesión, principalmente la manufactura y vivienda. Mientras que los sectores que tienen que ver con el mercado interno aún presentan dinamismo. Pero todo apunta que sí se tendrá una recesión, que podríamos fijarla hacia finales de este año e inicios de 2024.